martes, 21 de mayo de 2013

Lo que aún no sabes.

Como si de una estrella fugaz de tratase, pasó por mi cabeza. Intenté rechazarlo para no incrustar el dolor entre la transparencia de mi sensibilidad, no pude, tuve que decir, era demasiado tarde, para ocultar todo aquello que necesitaba desde hace un tiempo, todo aquello que perdí cuando todo parecía estar saliendo bien.Grité a la luna, para que de algún modo pudiese escucharme, bajo el anochecer de su mirada, tan resplandeciente, tan abandonada. Lógicamente pensé, que no llegaría a contestarme, que solo en sueños atraparía esa respuesta, deseada. Y me obsesioné con la locura, sin la mera conclusión de que podría volar cuando el rojez de mis ojos brillasen. Todos gritaron, humillaron las pobres aceras, en las que de vez en cuando me acomodaba para verte pasar. Vuelve a aparecer-dije. Y me volvió a cegar el sol, intenso como un suspiro frágil, convirtiéndose en lágrimas callando todo lo que aún no sabes.


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