domingo, 31 de marzo de 2013

Nada importaba.

Tu mirada, en un punto fijo, sin saber por qué ni cómo, te sitúas con comodidad para ver pasar las horas sin motivos por los que empezar a caminar. Giras mientras que tus pensamientos te persiguen. La impotencia te envuelve hasta perder la razón. Te sales de la carretera, recto hasta una nueva solución. No importa, déjalo estar-me decías, y yo volvía a desesperar.
Ni el más bello amanecer importaba en ese mismo instante, ni las ganas de sonreír crecían, todo desvanecía sin entender un por qué. 


miércoles, 27 de marzo de 2013

Viento.


Me senté en las escaleras para a continuación pensar. En las hojas volar con el viento sintonizar. Ellas caían pero se volvían a levantar, para emprender de nuevo el vuelo e intentar llegar al cielo. 

Me puse a pensar, en cómo pude echarme a llorar, secando mis lágrimas el viento me vino a despertar, del sueño que fantaseaba contra la vida, él ya no la quería. Lo abrazaba con tal fuerza insinuando que quizás podría llegar a entender cómo pude llegarlo a querer. No lo quise, lo quise a mi manera, lo desprecié. 
Vino a traerme el polvo que dejaban las hojas en su recorrido hacia el más allá, me cegó con suciedad para hacerme llorar y sentir el dolor que ni en tu mar, logré borrar.

Hazme creer que aún puedo nadar, en el oscuro mar, tan feroz jugando con mi cabello para enredar sus mentiras en mi dulce despertar, yo quiero nadar, quiero nadar y no mirar hacia atrás, yo quiero olvidar cómo el viento ensuciaba el alma del que ya no quiere amar.

martes, 26 de marzo de 2013

No quiero sonreír si no es a tu lado.

No consigo recordar en qué momento sucedió todo, tampoco deseo recordar un pasado que era evidente de lo ocurrido, estaba planeado, todo era como debía de ser. Y así comenzó. Con miles de sonrisas inocentes con rostros avergonzados al presentarse ante un ser desconocido. No la conocía, evidentemente, tampoco me percaté de que aquello era el comienzo de algo nuevo, pero así fue. 
A mi parecer, son pocos los años que llevo junto a ella, ¿seis quizás? puede ser, pero creo situarme en el ayer, cuando la vi por primera vez. Los días pasan rápidos, corren velozmente cuando me sitúo a su lado para intentar averiguar qué nos espera un mañana, o qué errores se nos presentaban en un pasado revolviéndose entre los trozos de oscuridad que decidimos dejar. 
No entiendo cómo pudo haberme aguantado tanto tiempo, cómo pudo hacerme reír con una intensa felicidad. He tropezado junto a ella y me he levantado con su mano a mi lado. Sería necesario utilizar el "gracias" en estos casos, pero se queda tan diminuto, tan indiferente que me faltarían palabras para poder agradecerle todo lo que ha llegado a hacer por mi. 

En ciertos casos, no se merecía tratar con una inútil como yo, tan inmadura y tan estúpida cuando me empiezo a tropezar, cegándome de la tristeza, la que tantas veces me cuesta hacerla desaparecer, pero vuelvo a recordar y tan solo he de mirar hacia otro lado para verla secar mis lágrimas cuando más lo necesito. 

Me quedo corta con todo lo dicho, Alicia, me quedo corta con todo lo que pueda decir, porque no hay palabras ni actos para decirte que eres una de las personitas más importantes en mi vida, por hacerme reír, llorar, soñar, levantar, rozar, incluso ver la posibilidad de borrar un imposible al igual que una barrera que me es complicada de derribar, pero tú haces que todo esto suceda, que los días grises se impregnen de color. 
Solo tú has hecho que crea en la posibilidad de que todo marche bien, que deje de llorar cuando la tormenta aún no decida marcharse, pero recuerda, no quiero sonreír si tú no eres la culpable de mi sonrisa.



domingo, 24 de marzo de 2013

Sin luna.


No quiero escuchar tu voz-le dije mientras que sollozaba entre llantos en un profundo dolor, qué se yo de donde provenía, solo sé que me envolvía en una profunda tristeza de la que aún no consigo escapar.
Desaparecí en una nube que guiaba la armonía de ésta,  pero no escuchaba nada.
Se subió y desapareció-le grité con desesperación. No volverá-seguía la locura manipulando la sonrisa que escapando de mis risas, así las veía. Quiero escapar a otro lugar, llévame lejos, deseo dejarme llevar. Que el viento me haga volar en la tormenta que nos trajo éste temporal, no me escuches, te volvería a engañar-dije sin ánimos de contestar una pregunta más.
Todo lo volvía a inventar, entre almas perdidas yo las quise acariciar, entregarles mis mentiras, y entre la oscuridad de las noches sin luna para contemplar, yo entre sus brazos..me quiero quedar.


Corazón de cristal.

Ya no hay necesidad de que digas nada. Creo haber leído cada uno de tus pensamientos o simplemente haber creído que lo sabía todo cuando realmente, no sabía nada. Te preguntarás el por qué de este comportamiento inmaduro que te hace perder los nervios, también te preguntarás por qué he decidido comenzar a volar por mi cuenta, perdida en el cielo, dónde nunca más me puedas encontrar. La respuesta es sencilla pero a la vez desconcertante; pues no lo sé, no entiendo los por qués, ni las ganas de correr sin ver el camino. Sé que mantengo mil defectos entre tan solo una virtud, que el respirar ya ha pasado a segundo lugar entre los trozos importantes que aguardas con tanta desesperación. Ya no hay necesidad de que digas nada. Ni yo sé exactamente lo que debo de decir, tal vez nada, o tal vez todo, pero encuentro debilidad en mi interior cuando ésta intenta gritar, cuando nos acecha el anochecer no queda tiempo para más, y la cobardía me empieza a quemar cuando intento decirte la verdad. 

"Demasiado tarde para volver a llenar, de tanta esperanza un corazón de cristal".

viernes, 22 de marzo de 2013

Antiguo Amor, déjame solo.


Abrazarla.

No encuentro sentido a tus palabras. Creo haber perdido la importancia por todas ellas y su dulce sensación de hacerme sentir. No soy yo, te diría, pero sigo abriendo los ojos para soñar, y en la desesperación me quiero acostar, para abrazarla mientras que tu no estás.

¿Qué mas da?-diría. Mañana volveré a despertar, esperando tu noche para volverte a soñar.


jueves, 21 de marzo de 2013

Miedo.




Tengo miedo, tengo muchísimo miedo. Me aterra caminar sin tropezar, levantar con el saber de caerme una vez más. Me aterra el odio en tu mirada y mis lágrimas en el suelo que me piden ser secadas, no puedo parar, no encontré el límite de la tristeza, la que por casualidad me saludó para volverse a quedar. No sé hacia dónde mirar, no sé qué debo de acariciar, para desprenderme del vacío que agoniza en mi interior. Cruel verdad.Mi voz dejó de sonar, se ahogó entre palabras, las que no pudimos escuchar.

"Contigo quiero volar"

Les llueven las penas, a aquellos que no quieren despertar para volver, a mil kilómetros de su estancia, prefirieron correr hacia el cielo y desde el suelo, desplegar sus alas y echar a volar. 

Llovió otra vez, para los que al fin consiguieron correr, su cabello se mojaba, éste disimulaba pero su mirada se empapaba de lágrimas resbalando por sus mejillas cada mañana. Ni el sol más intenso, ni las sonrisas más bellas la pudieron hacer feliz, se oscurecieron los sueños que un día quisieron hacerse ver y a día de hoy, no para de llover.

"Ahí arriba nadie me alcanzaría, ni un golpe me despertaría, zarpar hasta el mar, perderme en tu mirada. Alcanzar tu luna y colgarme de tu tristeza, abrir los ojos destripar la soledad, elevar mi cuerpo, contigo quiero volar".

miércoles, 20 de marzo de 2013

Olvido


En el más bello resplandor de la luna, en aquella superficie donde yo me dispuse a avanzar, mojé mis piernas las que no dejaban de temblar, necesitaba sentir el frío de la verdad, y de repente volví a mi realidad. Ella me hablaba con cierta brusquedad pero la escuchaba con interés, por si ella sabía por casualidad, hacia dónde debía de marchar. Levanta, sigues en el suelo-me repetía. Desde el cielo los veía junto al miedo corriendo por las aceras, y mientras, la vida los perseguía. Déjame-le decía, y mi enfado crecía. No desespero, no desvarío, solo necesito que la espera se aparte de mi camino-le dije, pero se volvía a esconder bajo la esbelta nube que cegaba mis motivos, que desaparecen ahogados bajo mil lágrimas arrancadas del olvido.


sábado, 16 de marzo de 2013

Susurro del viento.




Y es como uno de esos flashbacks de unas milésimas de segundo. Vuelve a ser un nuevo día, en el que todo puede ocurrir. Hay quienes abren sus ojos y ven tristeza a su alrededor, pero en cambio, hay quienes tienen una sonrisa permanente. Ella tenía miedo, pero seguía caminando en busca de una nueva aventura que la hiciese vivir. Pero siempre existía el mismo temor de siempre, a perder. Había pasado tiempo desde la última lágrima, pero siempre estaban los avisos, las advertencias de aquellos que la intentaban proteger. Vivía con el pensar de que todo terminaría tarde o temprano, que de nada servía sonreír si las lágrimas estaban en la próxima salida. Estaba aterrorizada de sí misma, de sus pensamientos que cada día la acechaban sin compasión. Recuerdos de hacía tiempo le hacían reír y sonreír a la vez, pero como si se tratase de un baúl lleno de sorpresas, volvía a aparecer la oscuridad en un día tan soleado. Sin embargo, hay quienes dicen que debes de aprovechar cualquier situación, que aferrarse a algo te acaba ahogando, que sólo tienes que intentar respirar por tu cuenta porque si compartes el aire quizá no te salves. Pero seguimos caminando, buscando algo por lo que merezca la pena luchar. Ella encontró un pequeño escondite, para intentar esconderse de la absurda sociedad,decía ante la expresión confusa de aquellos desconocidos, que era feliz. Yo en cambio, no tengo la intención de esconderme, de llegar al límite, de parecer cobarde. Tan solo necesito observar un trocito del cielo azul, y a continuación, cerrar mis ojos y perder la razón con el susurro del viento.

En el viento y al compás.


Solo quiero que salga el sol y junto a él, sonreír. Que me tiemblen las piernas al caminar, que mi cabello baile en el viento y al compás, no quiero nada más, solo escuchar al viento enfurecido con mis pensamientos hasta pretender volver al mismo recuerdo del ayer.


Volar lejos de mi soledad, refugiarme entre tus brazos y volverme a encontrar, como si el sueño no pudiese terminar y el despertar no formase parte de mi hablar. Siente, suspira, aspira, susurra, acaricia, sonríe, llora, alivia tu llanto, sigo por el camino de las estrellas para liberarme de tu respirar, para poder permanecer bajo el reflejo de la luna..