viernes, 18 de octubre de 2013

Angustia.

Ésta noche brilla un poco más, hallandose a kilómetros de distancia, tan blanca y envejecida. Ya caerá. Mientras tanto la noto conmigo, en mi abandono abrazando mi nostalgia. 
A través del crepúsculo la noto cercana. Lo niegan, le patalean, le hacen sentirse mas desequilibrada, pero se abstiene a cualquier murmullo, necesita llegar a tiempo, -reluciente y hermosa esfera, aún no caigas-.
Le pesan las zancadas y las huellas que va dejando en su paso le angustian el cerebro, pero no se detiene pese a la frialdad del ambiente, no quiere descansar. -¿Cuánto falta?-.alega entre los árboles, batiéndose en un duelo con ella misma. 

Pero ninguna voz resuena en el limpio aguacero.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Morirá.

La flor a punto de marchitar, pronto presenciará el frío en su tallo seco y espinoso. No puede más, otro invierno más y no durará. Pasan a su lado y los mira con reproche, tan vivos, pero a la vez tan pobres. Quisiera parar el tiempo y seguir contemplando el sol sin que la pueda quemar, solo un instante más, ya morirá. Se arrepiente y vuelve a llorar, tan solo cinco minutos más y desaparecerá. Puede tratarse de un sueño del que nunca jamás despertará..Pero éste tallo, vulnerable y frágil, comienza a temblar, cada segundo a su compás, un recuerdo que con ella se marchará..

domingo, 25 de agosto de 2013

Atractiva y a la vez titubeante.

Gozar del silencio es lo único que pedía. La consumación de su soledad le provocaba pavor. Aún confusa pese al trayecto de los años, no la hicieron esquivar ninguno de sus miedos. Miedos que le aterraban cada madrugada, ocasionando así, el descontrol de los susodichos fantasmas que alborotaban su interior. Preguntas sin respuestas paralizaron la seguridad de rebuscar entre despojos, de tropezar con una caricia que la hiciese elevar hacia un mugriento lecho donde poderse apoyar. Cierra los ojos, a nadie puede ver. Testaruda, lastimada, delicada, su cabeza desvelaba la ambición de su ternura por la luna, paseando por las calles, discreta, de puntillas para no hacerse escuchar. Se topó con aquella atenta mirada, tan temerosa y asustadiza. Desconocía aquella figura, atractiva y a la vez titubeante, ofreciéndole un poco de materia para olvidarse. -Lárgate, sola puedo volar,-mientras tanto una desinteresada gota descendía de sus pómulos con tranquilidad.

sábado, 27 de julio de 2013

Silbido del viento.

Cuando tu interior grita sin parar, tu imaginación empieza a formar parte de tus días, donde solo se guarda sitio para los sueños. No hay necesidad de explicar, ya que no encuentras las suficientes fuerzas para destruir esta debilidad. Has perdido la razón e incluso las palabras para intentar hacerles creer de que todo va bien. Tan solo te quedó el escapar, alejarte de todo con tal prisa que nadie se girase al pasar. Mediante risas fingidas que poco a poco resultaron ser ciertas, las hojas seguían su curso, no paraban de volar y con éstas la locura, que fue perdiendo el sentido de las cosas. Ahora, que de tan oscuro color se vuelve todo, el tiempo sigue anclado en el mismo lugar, las flores dejaron de florecer, el silbido del viento vuelve a cantar.

Maldita soledad.

Se disfrazó.
Para poder disimular la tristeza que ésta le inyectaba hasta matar.
Horas, gastadas por los niños, jugando un poquito más antes de marcharse a acostar.
Por su ventana contempla las flores marchitas, nada de beber.
Caballero, ya oscureció-dijeron.
El desplazamiento de las agujas suenan con extrema velocidad.
El maldito humo empieza a fluir, más tarde, se esfumará.
Déjame pensar-grita.
Pero los niños dejaron de jugar.
"Largo, maldita soledad".

jueves, 25 de julio de 2013

Cada noche.

De repente pasa. Todo se desvanece.
El correr de las horas saben amargas y las agujas la apuñalan hasta hacer sangrar cada uno de los recuerdos por los que sigue en pie.
A veces sonríes, aveces lloras, pero nada cobra importancia ésta noche. Caminas sin rumbo a algún lugar, mirando con disimulo una de las lunas que brillan cada vez que alzas la mirada. 
Y en ello consiste, en caminar, caminar y no parar, morir y volver a morir, cuando la sangre sigue brotando directa a las alcantarillas. Asustada, lo intentas evitar, pero ya es demasiado tarde ,la herida es profunda y el dolor insoportable. Te acomodas en algún cómodo sofá, mientras que se consume el vicio, mientras que tu interior se contamina cada día más, cada noche. Y ya está, sostienes el mundo en tus pies, ya no lo puedes levantar.

jueves, 18 de julio de 2013

Nada más que decir.

No es necesario presentarme para poder desahogarme en un rinconcito de ésta página, supongo. Quizás la mayoría que llegue a leer ésto ya me conocen, o creen conocerme. Apostaría todo por la segunda opción..
No tengo un motivo realmente sorprendente para manchar de palabras ésto, o sí, o no lo sé, quizás quería teclear un poco antes de tumbarme, perder la mirada en el techo y pasar horas y horas ahí, como un ser sin vida, sin más sentimientos. Y aún sabiendo que ésto no le va a llegar a nadie porque es personal, necesito expresarlo de alguna manera.

Soportar. Esa es la palabra. Soportar cada día el tener que levantarme, vacía, incorporar mi cuerpo y llenar de lágrimas mis rodillas. Secarlas todas, sonreír y vuelta a la misma historia. Soportar el tener que explicarles a todos que todo marcha bien, mentirles, para que no te vuelvan a preguntar una vez más que te sucede. -¿Qué te pasa? +Nada. Cansarse de lo mismo, de no saber explicar cómo estás, porque ni tú mismo lo sabes, ya no eres consciente de lo que sientes ni de lo que te duele, solo respondes a tu piel, a tus ganas de salir y reventar al mundo de la impotencia, de golpear todas las paredes, de pisotear y empujar todos los carteles, de reventarte a ti mismo por haber dejado cambiarte tanto. Pero cuando intentas ver dónde estás, dónde está la que fuiste antes, ya se ha ido, y no te queda más, que vivir con lo que eres día a día.
Pero callas, callas todas tus respuestas a todas sus preguntas. Quieres responder de la mejor manera pero ni puedes, porque no te sale, y ahí es cuando te percatas de que estás contra el mundo. Que ese "mundo" tan bello en el que otros creen vivir, es tan solo una entrada directa a los rifles, a la matanza, a sollozar de dolor.

Algunos se apoyan en sus amigos, pero yo no puedo hacerlo. No es que no pueda, es que no sé. He sido una completa inútil con la mayoría. Pero no puedo evitar esconderme, de alejarme , de comportarme tal y como lo hicieron conmigo alguna vez. Porque no sé ya como explicar lo que sentía en esos momentos, esa rabia, esos golpes, esas ganas de morirme, de sentirme basura, de ser pisoteada una y otra vez. Y cuando al fín consigo olvidar, hacerlo más ameno. Ahí están, detrás intentando acuchillarme, pero no me reematan de una vez. Poco a poco incrustan el metal, y lo dejan ahí, hasta que poco a poco llegue hasta el final.

Y aún así, hay quien no lo entiende. Que no entiende mi actitud. Podría llegar a decir que yo tampoco la entiendo. Pero he llegado a la conclusión de que estoy harta, que no puedo levantarme si me vuelven a empujar, que no soy tan fuerte, que nunca lo he sido y que nunca lo seré. Cuando no quiero sentir, me doy cuenta de que digo santeces, que no puedo lograr ni aquello, por muy fácil que parezca. No no puedo.
Quizás sea una mierda como algunos pensarán, una mierda que ha perdido a una persona demasiado importante para ella, que le hacía olvidarse de todo lo malo y cuando al fín pude sentarme sin alertarme de una nueva tormenta, se fue. Se fue para no volver, para no verme más, porque al fin y al cabo tan solo fue un juego, como lo que fui para todos los demás.

Y ahora es ésta mierda con la que no puedo hacer nada para olvidar, todo lo que he vivido, no puedo crecer, no puedo.

"Aún te queda la esperanza, de que todo te vaya bien" dicen. Y cuando nada de eso queda, ¿qué? Dime, ¿qué puedo hacer? ¿qué puedo hacer para que puedan entenderme?¿que puedo hacer para dejar de levantarme con lágrimas en los ojos? ¿qué puedo hacer para olvidar? ¿tengo escapatoria?¿le importa a alguien que me muera?¿le importa a la vida que esté pasando ésto en este momento?.
A nadie le importa nada.

jueves, 20 de junio de 2013

Ya no quiero volar.

Palabras venidas del mas allá de la memoria, me apuñalan la espalda sin dejarme despegar. No lo van a entender, ya descansará, pronto soñará con una nueva realidad. Y sus caladas cada vez se empiezan a notar, en las frías calles de vuelta a su hogar. Guárdame en un rincón de tu habitación, mírame antes de que anochezca, seguiré acariciando la luna para que pueda alumbrarte unos segundos más, en tus pesadillas ya no quiero estar, y aflojó tempestad, y se fue, ya no quiero volar.

miércoles, 12 de junio de 2013

¿Dónde estás?

¿Dónde estás? pregunté.
No escuché nada, solo el ruido del viento en mi pelo.
¿Dónde estará? pregunté.
Volví al escalón de las despedidas.
¿Dónde estarás? pregunté.
Pero nadie respondió y mi corazón empezó a dilatar entre mis heridas.
Da igual, ya volverá. Y aquí nadie volvió.
Los recuerdos hicieron de mi, pequeñas gotas en un día de lluvia.
El gris como la más espléndida perfección, viajó entre las nubes del mismo perdón.
Crece y respira, no mires hacia atrás, ya volverá.
Y indignada se marchó en busca de una nueva esperanza,
 pues la suya la perdió
la mentira se la llevó.

martes, 11 de junio de 2013

No se quieren marchar.

Me asomé por la ventana 
intenté presionar el cielo con mis manos, de ellas apareció el dolor
que tan dentro se incrustó, percibiendo tu marcha.
Trozos de palabras
solo eso, palabras
en silencio vuelan por los callejones
donde tu presencia aún se nota
donde solo quiero ser
libre, como una paloma.
Y vuelan, vuelan sin cesar
con sus alas frágiles al viento, aún las puedo notar
volar entre mis sueños, entre mis pesadillas
ellas no se irán
no, no se quieren marchar.

domingo, 9 de junio de 2013

Únicamente, ella.

Puede que hoy sea uno de esos días en los que necesito explicar o gritar todo lo que llevo adentro. Sin saber muy bien qué es lo que necesito detallar en éste día frío sin abrigos para poderme arropar, sintiendo el frío de los pies a la cabeza, me cuesta decir un "vale". No quise dañar a la verdad pero sobreviví con las mentiras soltando carcajadas, insinuando un cruel brillo de mis pensamientos hasta el amar. Si aún me concedes esta oportunidad, te podría relatar lo que intento explicar, costandome las palabras para decirte lo que fuiste y serás, hoy quiero decir, que me equivoqué al dañar. A una personita aunque suene tan pequeña, tan grande a mi parecer. No quiero perder, no quiero ganar en este mundo del que harán trozos de vulnerabilidad. He permitido soñar con los ojos abiertos tus miedos y hacer de ellos un paso de baile, con tu voz de armonía y de fondo sonando una pieza de vals. 

Concédeme esta canción para hacerla sonar en tu cabeza, para hacerme recordar, por si algún día no pueda estar junto a tu tristeza, por mi cabeza.

Quizás mis palabras hubiesen sonado mejor con ésta melodía desde un principio, pero como todos sabemos, la melodía empieza a sonar cuando las nubes empiezan a desaparecer y el sol nos quiere volver a alumbrar.
Me preguntarán qué estoy haciendo escribiendo una tontería como ésta, pero tan fiel a lo que he sentido todos estos años. Me repetí no volver  a dañar, me vuelvo a repetir en éstas líneas no volver a dañar, a quien pudo soportarme en mis malos momentos, en mis días grises, y aún siendo grises ahí estaba, lejos o cerca, pero estaba, podía notar su presencia por muy lejos que estuviera. Negué razonar ante sus palabras, ante sus consejos y ante su mirada, tan apenada por mi borderia.
Perdón por querer alejarme de ti y por no darme cuenta de que serás la única que persistirá en mis enojos.
Perdona por hacerte llorar, por no abrazarte cuando tu garganta estaba a punto de estallar.
Aún mantengo la esperanza de volver a ser lo que un día fui para ti, volver a razonar con claridad cuando me necesites y no quiera estar ahí, llegará el día en que te pueda abrazar con las mismas ganas, abrazar a la vida, llorar únicamente cuando me aborde la felicidad. 
Perdona por esto y por mucho más, por hacerte perder tiempo, pero perdona mucho más por mi cabezonería, por mi egoísmo. Lo podré cambiar.

¿Mi única necesidad? Tenerte por siempre jamás. 

viernes, 7 de junio de 2013

Ya no serás el que fuiste antes.

He buscado el sentido al perder, a necesitar desesperadamente un consuelo para probar la sensación del bienestar. He dejado de contar todo lo que pude haber sido, todo lo que quisieras que fuese. Decepcioné a la mayoría por intentar avanzar sin mirar atrás, atendiendo a las nubes siguiendo mis pasos sobre el mismo camino de la tempestad. Sentirse vulnerable nunca fue de más, pues no era mi parada en la que tuve que bajar, solo una oportunidad para apreciar sus manos unos segundos más, y de ellos hice un cúmulo de sentimientos, sentimientos que comienzan a ahogarme cada día si la melodía de tu voz quiere escapar, de lo que fuiste, de lo que nunca más serás.

lunes, 27 de mayo de 2013

Sol.


Sentado, apreciaba el sol, 
éste quemaba mi piel hasta provocar en ella un cierto malestar, 
¿por qué quemas corazón?, si yo tan solo supe acariciar tu color,
tan resplandeciente, tan lúcido,
cegando mis ojos, recordé su suspiro.
"Estoy cansado", replicó el sol.
"De la mentira de tu dulce mirar".
No corras viento, si tú te vas, 
pobre cielo que arderá en el infierno.


martes, 21 de mayo de 2013

Lo que aún no sabes.

Como si de una estrella fugaz de tratase, pasó por mi cabeza. Intenté rechazarlo para no incrustar el dolor entre la transparencia de mi sensibilidad, no pude, tuve que decir, era demasiado tarde, para ocultar todo aquello que necesitaba desde hace un tiempo, todo aquello que perdí cuando todo parecía estar saliendo bien.Grité a la luna, para que de algún modo pudiese escucharme, bajo el anochecer de su mirada, tan resplandeciente, tan abandonada. Lógicamente pensé, que no llegaría a contestarme, que solo en sueños atraparía esa respuesta, deseada. Y me obsesioné con la locura, sin la mera conclusión de que podría volar cuando el rojez de mis ojos brillasen. Todos gritaron, humillaron las pobres aceras, en las que de vez en cuando me acomodaba para verte pasar. Vuelve a aparecer-dije. Y me volvió a cegar el sol, intenso como un suspiro frágil, convirtiéndose en lágrimas callando todo lo que aún no sabes.


lunes, 20 de mayo de 2013

Falsa ilusión.

Ya es demasiado tarde, no hay vuelta atrás. Las nubes corrieron hacia el sol, me prohibieron escapar, de la asquerosa realidad. Quiero volar-grité. Quiero rozar el cielo con la yema de los dedos. Y recé a la locura, para que ésta no me detuviera. Caminar dijeron, y no parar. Seguir, tropezar, qué más da. El viento vino para desprender el cielo azulado por el que debo pasar. Sopló el viento, tan feroz, voló la tristeza, de la mano de la soledad.Quiero una respuesta-grité una vez más. Con violencia me golpeó, llevándome hacia la falsa ilusión. 

domingo, 5 de mayo de 2013

Soledad.

Me siento vulnerable a la vida, posiblemente aún no me haya levantado del suelo, quizás nunca haya querido levantarme. Andar descalzo, insinuar una eterna felicidad para los que aún contemplar si hay sitio para otra lágrimas más. Pero sigue haciendo viento en los días soleados, y la brisa ha dejado de acariciar mi rostro. Hacía tiempo que no volvía a recordar y hoy, hoy es el día en el que sus ojos, su mirada, no las puedo olvidar. A veces necesito inspiración para explicar, pero ya no puedo encontrarla, me juré volver a sonreír, y aquí me hallo, buscando mi sitio entre la soledad.


martes, 23 de abril de 2013

Ciego de amor.


Pregunté con el corazón cansado cómo pudo dejar de amar. Inesperadamente, se arrastró 
en las mil historias pisoteadas sin ánimos de levantar. "El tiempo se atrasará, tendremos 
tiempo para pensar", pero aquí nadie quiso pensar, les causaba dolor recordar. Es normal-murmuraron.
Pero nadie pisó, aquél suelo sucio, que nadie lo venía a limpiar. Dónde demonios vas-dijeron. Descalzo,
nada le importaba, solo llegar hasta el ayer. No le importaban las heridas que marcaban su piel, nada le era importante, el reloj no dejaba de correr, no quería perder, quería llegar hasta lo más profundo de su ser. 

Ciego de amor, se equivocó, buscando el sol que jamás le alumbró, solo la luna lo venía a visitar, acariciando sus penas, haciéndolas temblar.


lunes, 22 de abril de 2013

Aproximación.


                      Aproximación
                   
                                 ¿Hacia dónde ir cuando no puedes caminar?


 Las mañanas se hacían pesadas para aquellos que andaban desesperados

por encontrar una solución. Recorrían las carreteras como unos locos, no les

importaba tropezar con algún individuo, sus miradas fijas en el suelo

desordenado por las baldosas, eran más interesantes que la vida misma.

El silbido del viento rozaba la tersa piel de aquella mujer cansada de andar,

debía de seguir para no perder su camino, pero no encontraba motivos para

buscar lo que por certeza, sabía que jamás podría encontrar.

 Hacía años que no se sentía así, estaba llena de optimismo, de felicidad,

aunque tampoco tenía claro como era su felicidad, o es más, si en algún

momento había existido. Recordaba su cabello bailar sobre la brisa, en aquél

bello lugar, consecuencia del comienzo de la primavera. Tenía siete años y lo

único que le importaba era tumbarse en el verdoso prado, donde empezó

todo. Sus recuerdos se hacían más pesados con el paso del tiempo, cada

segundo volvía el mismo pensamiento que evidentemente le era difícil de

evitar, pues lo inevitable corría por sus venas y la tentación junto a ellas.

Todos sus sueños la atemorizaban cada noche, cada sudor se debía al

temor de despertar y volver a soñar.


Recientemente sigue  mirando el ras del cielo, pero algo falla, se aproximó el

vacío y ya no hay temores, ya no hay nada. Posiblemente se deba a los

cambios que le hizo experimentar el correr del tiempo, esas agujas tan

traicioneras que le desagradaban.

Le faltó tiempo para poder gritar, aún siente el silencio ahogándose en su

interior, donde hubo alguna vez una pequeña esperanza por encontrar la

salida. El dolor le golpeó con tanta brusquedad que le arrebató las fuerzas e

incluso la debilidad. Todo el amor que pudo a ver sentido por su vida, por su

familia, por sus amigos, había desaparecido y sin poder explicar el por qué,

sin poder aguantar una vez más las sucesivas preguntas que le hacían todos

 los días, desapareció.

Se apoderó de sus miedos y de sus sueños y se adentró en la soledad. Ésta

era su mejor amiga, la escuchaba a solas pero nunca contestaba, no era

extraño, estaba acostumbrada a que esto sucediese incluso con las

personas, pero no le importaba, se impregnaba de la tranquilidad del mar

con su gran oleaje.








Se ubicaba en el Puerto de Motril, para emprender un nuevo camino, quiso

despedirse de los sentimientos que le proporcionaban éste lugar. En tan solo

 unas horas su vida podría cambiar y no sabía como asimilar éste hecho ni

como poder vivir con el pesar de la tristeza. Su vida ya no sería la misma, ya

 no sería ella, solo una persona solitaria como siempre lo ha sido con una

pequeña diferencia; sin tranquilidad.


Las horas volaban como pájaros, el motivo por el que debía de levantarse

era esa mujer, la primera mujer de su vida. Fue a informarse de lo sucedido y

evidentemente pasó lo que en algún momento tenía que pasar. Lo tenía

asimilado, pero nunca jamás había experimentado el dolor de la muerte de

 tan cerca.

No tenía el valor para ver ese rostro pálido y azulado, sin movilidad ni calor

en su mirada.

Negó el querer verla, lo negó con todas sus fuerzas y salió corriendo de

 aquél infierno que ardía con profundidad en su interior y enfriaba los cuerpos

inertes de toda esa gente sin vida.


Cohibida por tantas emociones juntas, necesitaba rabiar al destino, con el

único objetivo de aliviar un poco su espíritu imperecedero.



“Sol o Luna. Ya no importa cuál de ellos me prefieran, yo no prefiero ninguno

de ellos. Creo odiar todo aquello que me haya hecho daño, pero no puedo

odiarla, ella no tuvo la culpa de lo sucedido, solo el viento, el principal

culpable. Me pregunto en qué momento me dejó de querer para hacerme

esto, pero posiblemente jamás llegue a encontrar la respuesta. No podría

hacerle hablar, solo pasa por mi cuerpo  y me quiere enfriar, como lo hizo

con ella.

No creo poderme levantar después de todo ésto, pero algún día cuando

menos lo espere, me vengaré por a verme quitado la vida. Confié en él, me

dejé llevar por su belleza, por el cantar de sus silbidos. Mi fiel amigo, mi gran

 compañero me traicionó en el viaje de mi vida, me dejó tirada en medio de la

 carretera sin a ver llegado a mi destino. Ahora, es cuando pienso, que me

repugna sentir, si no sintiera, el dolor que se adentra en mis entrañas sería

más llevadero.

En este mismo momento el llanto estrangula mi garganta cada vez que

 la recuerdo, sus manos secando las lágrimas de mis mejillas no volverán a

posarse en ellas, ni tan solo un segundo. Sus brazos abrazando los míos no

serán eternos, las palabras que me hacían feliz ya no se escucharán, ni su

voz, su preciosa y bella voz, llegará un día en que la olvidaré, y su presencia

habrá desaparecido para siempre.

Me enseñaste hablar de mis emociones y aquí lo tienes, te estoy escribiendo

 desde donde estés para que de algún modo puedan volar estas míseras

letras hacia ti, no estoy segura de que pueda ocurrir, pero de intentos se

basa la vida, ¿no es así?, todavía conservo tus consejos como si de mi

cabeza no se quisieran borrar, adoro ese modo en el que me los decías con

 tanta paciencia y con tanta ternura.

Bueno, creo que he de despedirme de una maldita vez, pero no sé lo que

haré a partir de ahora sin ti, no sé por donde empezar, ni hacia dónde mirar,

dime tú, ¿hacia dónde ir cuando no puedes caminar?..Si algún día me

puedes llegar a contestar, esperaré con

paciencia tu respuesta para poder seguir algún día, recordando tu recuerdo

 sin que esas pequeñas gotitas resbalen de mis mejillas”



Con las maletas en la puerta miró hacia atrás, no había nada que le

 impidiese emprender un nuevo camino, a continuación, miró hacia la

izquierda, amapolas rojas presumían entre los girasoles, miró hacia la

derecha, nada. No encontraba motivos para quedarse, miró una vez más,

evidentemente, no se permitiría perder más tiempo y comenzó a caminar.

Cada paso llevaba su armonía y su tranquilidad, el cielo estaba despejado y

el sol acariciaba su piel. Odiaba las mentiras, por lo tanto no podía mentir,

sentía la impotencia en cada pisada, tan lenta y tan suave para no volverse a

caer.


Tenía miedo de la vida, en cualquier momento se podría alejar de ella y

dejarla sola de nuevo, pero era un riesgo más que tenía que correr.

Había llegado el día y ya era la hora de marchar, de dejarlo todo atrás, pero

antes de todo aquello no podía dejar que el polvo acompañase su recuerdo..


“Lejos o cerca, no es importante, es solo una pequeña imperfección de la

vida, te quiero mamá”

martes, 16 de abril de 2013

Locura.

¿Por qué no dejan de hablar?-dijo cansado de escuchar tantas voces a la vez, no conseguía oír nada, por más que lo intentaba, su interior permanecía en el principio de su locura. Ella se apoderó de su mente, pero no se quería marchar. Temía que algún día ésta lo enloqueciese de tal modo que ya no pudiese rectificar. Entre miedos vives pero no lo quieres remediar-se aproximó la vida haciéndole razonar. Se trataba de un intento fallido el poderlo cambiar. Quiero imaginar que el viento sustituye mi soledad-gritó con desesperación.

Sabía que la esperanza era nula, que solo su imaginación la hacía aparecer en aquellos momentos en los que de nada valía correr. Vuela lejos,  no vuelvas a caer-dijo la voz, la misma de ayer.


La brisa.

No importan las veces en el que recuerde el momento, ni las lágrimas sentidas con intensidad por aquellos que quisieron comer. La marea no deja de nadar,  sin límites por los que esperar. Gira el sol cada vez que me vuelvo a dañar, con el miserable recuerdo que mataba al amanecer. Despertaste sobre las nubes y aún no te podías bajar. Un grito se volvió a escuchar, pues nadie le prestó atención, solo el sol que nunca lo abandonaría, sigue quemando, buscando tal vez, la brisa.


jueves, 11 de abril de 2013

Desesperación.

Enloqueciendo me mantuve en la espera de la novedad, la que me haría sentir miles de sensaciones en un abrir y cerrar de ojos. Pero no quise abrirlos, para qué-me dispuse a pronunciar, si la realidad no me acompaña y la locura me rechaza. Me busqué y recorrí una y otra vez el mismo camino, pero siempre vuelvo al principio con tal de presenciar el final. Intento averiguar el brillar de ésta estrella que reluce cada noche al pensar en ella, desde arriba contempla los corazones de cristal, en los que todo se ve, menos la mentira incrustada en el más profundo de mi ser. ¿Dónde vas?-preguntó la esperanza. Pues no sabía qué responder, llevaba tiempo perdida en la desesperación, y con ella caminé días, me atrevería a decir que meses, y puede que años.
Sigue buscando su lugar, sigo buscando un lugar donde poderle notar.



domingo, 7 de abril de 2013

Alejarme

Es inevitable seguir preguntándome por qué esta noche se forma un diluvio en mi corazón. Es inevitable creer que todo ha desaparecido en él, que ya no siente, que ha perdido sentido en mi interior. Pasan los minutos, eternos para él, tan diminuto palpitando a contra reloj. Ya has olvidado el color de mis mañanas y el amanecer de mis noches, me sigo preguntando qué es lo que pasó, para que de mi cabeza aún no te puedas desprender. Creí permanecer  bajo la lluvia durante tu llegada, y salió el sol empujándome hacia el dolor, ¿dónde estará?-diría yo. Con el pesar de mi conciencia, con el dolor sobre mis hombros, decidí alejarme, corazón.


lunes, 1 de abril de 2013

Un mundo a mi merced.

Un mundo a mi merced, deseo agarrarlo con mis propias manos aunque éstas doloridas me pidan tranquilidad. Un ruido desconocido te acuchillaban los oídos cuando solías estar dormido. Miles de soluciones se te pasaban por la cabeza y aún así, ignorabas cualquier decisión. "No es necesario, lo haré a mi manera", y tú vuelves a escuchar el molesto sonido que te despertaban todas las madrugadas sin saber por qué. Quizás sea el viento, haciendo de tus sueños, trozos de papel, sometidos por la lluvia atroz que aterrizaban desde tu ventana, trágicamente. Pero qué mas da-gritan los locos. Nos sobran las horas y con ellas podemos hacer lo que nos venga en gana. 

Entonces me dejé llevar por aquellas caricias delicadas rozando mi piel, sonriéndole a mi antojo, estrujando mis miedos hasta que quisieran desaparecer, como la lluvia en un día soleado, con cielos coloridos alegrando  los rostros de los más desconsolados. Qué mas da-grité. Qué mas da si me lleva la locura a tu corazón, la intensidad de tus palabras no me causan dolor, procuraré esconder mis secretos, pero, qué mas da, abrázame hasta que del tiempo me quiera olvidar.

Bailar para ti.

Me gustaría aprender a querer, bailar para ti , sentarme y contemplar que no te volverás a ir, pero es inevitable-dije, es inevitable restar las horas que pasan esperando tu llegada. Tengo miedo, volvía a gritar si el cielo se vuelve a caer. No puedo detener las gotas que caerán otra vez, ni sostener tus brazos sobre los míos cuando me quieras tener, no sé hablar con coherencia si vigilas mi corazón, si hubo sentido en lo que lloré en aquél atardecer.

domingo, 31 de marzo de 2013

Nada importaba.

Tu mirada, en un punto fijo, sin saber por qué ni cómo, te sitúas con comodidad para ver pasar las horas sin motivos por los que empezar a caminar. Giras mientras que tus pensamientos te persiguen. La impotencia te envuelve hasta perder la razón. Te sales de la carretera, recto hasta una nueva solución. No importa, déjalo estar-me decías, y yo volvía a desesperar.
Ni el más bello amanecer importaba en ese mismo instante, ni las ganas de sonreír crecían, todo desvanecía sin entender un por qué. 


miércoles, 27 de marzo de 2013

Viento.


Me senté en las escaleras para a continuación pensar. En las hojas volar con el viento sintonizar. Ellas caían pero se volvían a levantar, para emprender de nuevo el vuelo e intentar llegar al cielo. 

Me puse a pensar, en cómo pude echarme a llorar, secando mis lágrimas el viento me vino a despertar, del sueño que fantaseaba contra la vida, él ya no la quería. Lo abrazaba con tal fuerza insinuando que quizás podría llegar a entender cómo pude llegarlo a querer. No lo quise, lo quise a mi manera, lo desprecié. 
Vino a traerme el polvo que dejaban las hojas en su recorrido hacia el más allá, me cegó con suciedad para hacerme llorar y sentir el dolor que ni en tu mar, logré borrar.

Hazme creer que aún puedo nadar, en el oscuro mar, tan feroz jugando con mi cabello para enredar sus mentiras en mi dulce despertar, yo quiero nadar, quiero nadar y no mirar hacia atrás, yo quiero olvidar cómo el viento ensuciaba el alma del que ya no quiere amar.

martes, 26 de marzo de 2013

No quiero sonreír si no es a tu lado.

No consigo recordar en qué momento sucedió todo, tampoco deseo recordar un pasado que era evidente de lo ocurrido, estaba planeado, todo era como debía de ser. Y así comenzó. Con miles de sonrisas inocentes con rostros avergonzados al presentarse ante un ser desconocido. No la conocía, evidentemente, tampoco me percaté de que aquello era el comienzo de algo nuevo, pero así fue. 
A mi parecer, son pocos los años que llevo junto a ella, ¿seis quizás? puede ser, pero creo situarme en el ayer, cuando la vi por primera vez. Los días pasan rápidos, corren velozmente cuando me sitúo a su lado para intentar averiguar qué nos espera un mañana, o qué errores se nos presentaban en un pasado revolviéndose entre los trozos de oscuridad que decidimos dejar. 
No entiendo cómo pudo haberme aguantado tanto tiempo, cómo pudo hacerme reír con una intensa felicidad. He tropezado junto a ella y me he levantado con su mano a mi lado. Sería necesario utilizar el "gracias" en estos casos, pero se queda tan diminuto, tan indiferente que me faltarían palabras para poder agradecerle todo lo que ha llegado a hacer por mi. 

En ciertos casos, no se merecía tratar con una inútil como yo, tan inmadura y tan estúpida cuando me empiezo a tropezar, cegándome de la tristeza, la que tantas veces me cuesta hacerla desaparecer, pero vuelvo a recordar y tan solo he de mirar hacia otro lado para verla secar mis lágrimas cuando más lo necesito. 

Me quedo corta con todo lo dicho, Alicia, me quedo corta con todo lo que pueda decir, porque no hay palabras ni actos para decirte que eres una de las personitas más importantes en mi vida, por hacerme reír, llorar, soñar, levantar, rozar, incluso ver la posibilidad de borrar un imposible al igual que una barrera que me es complicada de derribar, pero tú haces que todo esto suceda, que los días grises se impregnen de color. 
Solo tú has hecho que crea en la posibilidad de que todo marche bien, que deje de llorar cuando la tormenta aún no decida marcharse, pero recuerda, no quiero sonreír si tú no eres la culpable de mi sonrisa.



domingo, 24 de marzo de 2013

Sin luna.


No quiero escuchar tu voz-le dije mientras que sollozaba entre llantos en un profundo dolor, qué se yo de donde provenía, solo sé que me envolvía en una profunda tristeza de la que aún no consigo escapar.
Desaparecí en una nube que guiaba la armonía de ésta,  pero no escuchaba nada.
Se subió y desapareció-le grité con desesperación. No volverá-seguía la locura manipulando la sonrisa que escapando de mis risas, así las veía. Quiero escapar a otro lugar, llévame lejos, deseo dejarme llevar. Que el viento me haga volar en la tormenta que nos trajo éste temporal, no me escuches, te volvería a engañar-dije sin ánimos de contestar una pregunta más.
Todo lo volvía a inventar, entre almas perdidas yo las quise acariciar, entregarles mis mentiras, y entre la oscuridad de las noches sin luna para contemplar, yo entre sus brazos..me quiero quedar.


Corazón de cristal.

Ya no hay necesidad de que digas nada. Creo haber leído cada uno de tus pensamientos o simplemente haber creído que lo sabía todo cuando realmente, no sabía nada. Te preguntarás el por qué de este comportamiento inmaduro que te hace perder los nervios, también te preguntarás por qué he decidido comenzar a volar por mi cuenta, perdida en el cielo, dónde nunca más me puedas encontrar. La respuesta es sencilla pero a la vez desconcertante; pues no lo sé, no entiendo los por qués, ni las ganas de correr sin ver el camino. Sé que mantengo mil defectos entre tan solo una virtud, que el respirar ya ha pasado a segundo lugar entre los trozos importantes que aguardas con tanta desesperación. Ya no hay necesidad de que digas nada. Ni yo sé exactamente lo que debo de decir, tal vez nada, o tal vez todo, pero encuentro debilidad en mi interior cuando ésta intenta gritar, cuando nos acecha el anochecer no queda tiempo para más, y la cobardía me empieza a quemar cuando intento decirte la verdad. 

"Demasiado tarde para volver a llenar, de tanta esperanza un corazón de cristal".

viernes, 22 de marzo de 2013

Antiguo Amor, déjame solo.


Abrazarla.

No encuentro sentido a tus palabras. Creo haber perdido la importancia por todas ellas y su dulce sensación de hacerme sentir. No soy yo, te diría, pero sigo abriendo los ojos para soñar, y en la desesperación me quiero acostar, para abrazarla mientras que tu no estás.

¿Qué mas da?-diría. Mañana volveré a despertar, esperando tu noche para volverte a soñar.


jueves, 21 de marzo de 2013

Miedo.




Tengo miedo, tengo muchísimo miedo. Me aterra caminar sin tropezar, levantar con el saber de caerme una vez más. Me aterra el odio en tu mirada y mis lágrimas en el suelo que me piden ser secadas, no puedo parar, no encontré el límite de la tristeza, la que por casualidad me saludó para volverse a quedar. No sé hacia dónde mirar, no sé qué debo de acariciar, para desprenderme del vacío que agoniza en mi interior. Cruel verdad.Mi voz dejó de sonar, se ahogó entre palabras, las que no pudimos escuchar.

"Contigo quiero volar"

Les llueven las penas, a aquellos que no quieren despertar para volver, a mil kilómetros de su estancia, prefirieron correr hacia el cielo y desde el suelo, desplegar sus alas y echar a volar. 

Llovió otra vez, para los que al fin consiguieron correr, su cabello se mojaba, éste disimulaba pero su mirada se empapaba de lágrimas resbalando por sus mejillas cada mañana. Ni el sol más intenso, ni las sonrisas más bellas la pudieron hacer feliz, se oscurecieron los sueños que un día quisieron hacerse ver y a día de hoy, no para de llover.

"Ahí arriba nadie me alcanzaría, ni un golpe me despertaría, zarpar hasta el mar, perderme en tu mirada. Alcanzar tu luna y colgarme de tu tristeza, abrir los ojos destripar la soledad, elevar mi cuerpo, contigo quiero volar".

miércoles, 20 de marzo de 2013

Olvido


En el más bello resplandor de la luna, en aquella superficie donde yo me dispuse a avanzar, mojé mis piernas las que no dejaban de temblar, necesitaba sentir el frío de la verdad, y de repente volví a mi realidad. Ella me hablaba con cierta brusquedad pero la escuchaba con interés, por si ella sabía por casualidad, hacia dónde debía de marchar. Levanta, sigues en el suelo-me repetía. Desde el cielo los veía junto al miedo corriendo por las aceras, y mientras, la vida los perseguía. Déjame-le decía, y mi enfado crecía. No desespero, no desvarío, solo necesito que la espera se aparte de mi camino-le dije, pero se volvía a esconder bajo la esbelta nube que cegaba mis motivos, que desaparecen ahogados bajo mil lágrimas arrancadas del olvido.


sábado, 16 de marzo de 2013

Susurro del viento.




Y es como uno de esos flashbacks de unas milésimas de segundo. Vuelve a ser un nuevo día, en el que todo puede ocurrir. Hay quienes abren sus ojos y ven tristeza a su alrededor, pero en cambio, hay quienes tienen una sonrisa permanente. Ella tenía miedo, pero seguía caminando en busca de una nueva aventura que la hiciese vivir. Pero siempre existía el mismo temor de siempre, a perder. Había pasado tiempo desde la última lágrima, pero siempre estaban los avisos, las advertencias de aquellos que la intentaban proteger. Vivía con el pensar de que todo terminaría tarde o temprano, que de nada servía sonreír si las lágrimas estaban en la próxima salida. Estaba aterrorizada de sí misma, de sus pensamientos que cada día la acechaban sin compasión. Recuerdos de hacía tiempo le hacían reír y sonreír a la vez, pero como si se tratase de un baúl lleno de sorpresas, volvía a aparecer la oscuridad en un día tan soleado. Sin embargo, hay quienes dicen que debes de aprovechar cualquier situación, que aferrarse a algo te acaba ahogando, que sólo tienes que intentar respirar por tu cuenta porque si compartes el aire quizá no te salves. Pero seguimos caminando, buscando algo por lo que merezca la pena luchar. Ella encontró un pequeño escondite, para intentar esconderse de la absurda sociedad,decía ante la expresión confusa de aquellos desconocidos, que era feliz. Yo en cambio, no tengo la intención de esconderme, de llegar al límite, de parecer cobarde. Tan solo necesito observar un trocito del cielo azul, y a continuación, cerrar mis ojos y perder la razón con el susurro del viento.

En el viento y al compás.


Solo quiero que salga el sol y junto a él, sonreír. Que me tiemblen las piernas al caminar, que mi cabello baile en el viento y al compás, no quiero nada más, solo escuchar al viento enfurecido con mis pensamientos hasta pretender volver al mismo recuerdo del ayer.


Volar lejos de mi soledad, refugiarme entre tus brazos y volverme a encontrar, como si el sueño no pudiese terminar y el despertar no formase parte de mi hablar. Siente, suspira, aspira, susurra, acaricia, sonríe, llora, alivia tu llanto, sigo por el camino de las estrellas para liberarme de tu respirar, para poder permanecer bajo el reflejo de la luna..